Entendemos la teología no solo como un ejercicio
intelectual sino como una expresión de la vivencia personal de Dios, de la
relación con Él. Por ello los miembros de la Colegiata no procedemos únicamente
del área de la teología, sino también de otras disciplinas, profesiones y
saberes, los cuales ponemos en diálogo con la reflexión teológica.